Pues sí, no es que sea precisamente un cónclave secreto, pero creo que no es muy conocido que las librerías nos reunimos cada dos años en un congreso. Supongo que resulta bastante extraño visto desde fuera. De hecho, para los propios libreros y libreras la primera vez que se acude impresiona, ese primer congreso al que acudimos siempre lo recordamos y, de alguna manera, nos transforma un poco. Entendemos algo más del oficio, comprendemos que no estamos solos y que compartir una pasión une y hace que nos ayudemos entre nosotros. He conocido muchísimas más librerías generosas y solidarias que lo contrario.
El oficio de librero es precioso, no creo que haya muchos mejores, pero también es muy esclavo, agotador y lleno de pequeños sinsabores (vamos, que es un trabajo). El caso es que la vorágine del día a día nos tiene con la cabeza gacha y pensando en los problemas que se nos vienen encima hoy mismo, a lo sumo mañana: paquetes extraviados, errores en los envíos recibidos, novedades que procesar, pedidos que realizar, facturas, pagos, devoluciones… Algún día escribiré sobre cómo es este oficio en realidad, más allá de charlar con vosotros, leer tebeos y quedarnos con vuestro dinero.
(Aquí so dejo con parte de la expedición vizcaína al congreso)
El congreso no supone más que dos días, eso sí, intensísimos. Por las mañanas ponencias sobre temas serios realizados en la gran mayoría de los casos por compañeros libreros que se los preparan exhaustivamente, y por la tarde talleres prácticos más cortos, de una hora de duración en grupos más pequeños. Aparte de eso hacemos un par de entregas de premios (a libros y a librerías) pero sobre todo hablamos mucho entre nosotros, en las pausas del café entre ponencias, en la comida, en la cena, en las fiestas de después de la cena, al desayunar… Siempre es buen momento para entablar conversación, cambiar opiniones, saludar a libreras que admiras desde hace mucho tiempo, reencontrar a viejos amigos (ya somos libreros veteranos, ejem), discutir sobre las ponencias, intentar averiguar cómo hace algo tan bien algún colega, descubrir nuevas librerías que llegan con ideas increíbles, cotillear sobre distribuidoras, editoriales, clientes pesados y clientes entrañables…
Muchos llegamos el miércoles para estar frescos a primera hora del jueves, aunque la cosa se suele complicar porque por la noche encuentras colegas a los que quieres y admiras y no ves desde hace años, y la exaltación de la amistad se acaba pagando al día siguiente. Esto se va arrastrando a lo largo del congreso y aunque soy consciente de que el sábado se realiza una excursión a la que me apunto con ganas, acabo comprobando con desilusión que mis ganas extienden cheques que mi cuerpo no puede pagar después de dos días muy intensos. Algún día acabaré yendo a la excursión del sábado, eso espero.
Este año el congreso fue en Pamplona y, lamentablemente sólo pude visitar Chundarata (spoiler: me flipó), me quedé con ganas de pasar por Walden, por Katakrak, por tantas, pero desde aquí le doy las gracias a Raquel, Maider y Dani por ser magníficos anfitriones. Todo este congreso de librerías lo organiza CEGAL, la federación de gremios de librerías, vamos que lo organizamos nosotros mismos. Evidentemente CEGAL cuenta con un equipo técnico dirigido por la increíble Sara, que parece estar en todas partes, ayudada por Mónica, Rafa, más Sara… y, aunque acuden también editores, políticos y distribuidores para asegurarse de que no se habla muy mal de ellos, los protagonistas son las librerías, más de 200 libreros y libreras juntos… ¡da hasta miedo!
En fin, rollos y movidas de la profesión, si os ha entrado curiosidad aquí tenéis el programa.
En la librería
Estuvo divertido el club de lectura sobre The Nice House of the Lake porque contamos con el propio Álvaro Martínez Bueno infiltrado vía WhatsApp que confirmó alguna de las influencias que creímos ver en la obra.
El gran Borja Crespo preparó una edición especial de su podcast La Hora Caníbal con ocasión del día del cómic y creo que quedó de lo más pintón con invitados como Álex Orbe, Diego García, Natalia Millán o nuestro gran Mikel Bao.
Y ahora nos quedan un par de clubs de lectura: El Arte de Volar y Regreso al Mar. La presentación de El Vaquilla con Kepa de Orbe. Un taller de pop Up infantil y en francés por Hélène Druvert, una artistaza impresionante y a final de mes un curso de cómic infantil organizado junto con la academia Lápiz… Hay para todos.
Recomendaciones
Mías
Little Monsters: Aunque mi Lemire favorito es el autor completo, el intimista, el de Royal City, Essex County… debo reconocer que sus trabajos con Sorrentino o con Nguyen me tienen siempre a tope. Este díptico sobre niños vampiro me gusta por su concisión, sabían lo que querían decir y lo logran con claridad: un dibujo efectivo con un bitono y unos grises muy bien jugados y una historia triste y cruel sobre permanecer clavados en el tiempo. Tiene algo de el señor de las moscas, sí, pero tiene más de Lemire.
Malaherba: Aunque no conozco la novela de Manuel Jabois sí soy fan del trabajo de Tomeu Seguí. Un gran narrador que es capaz de adecuar su estilo a la historia que cuenta y que aquí realiza un trabajo magnífico, alejándose de su tono más realista y recordándonos al de su obra maestra Historias del Barrio, tanto por lo gráfico como por la edad de los protagonistas, unos niños que vislumbran ya algunos de los problemas que la adolescencia depara siempre. Jabois toca temas complejos con sensibilidad y Segui se toma su tiempo para desarrollar los personajes. Una más que agradable sorpresa.
El Oasis: O cómo su autor Simon Hureau, un flipado de la naturaleza y todo lo que ello conlleva decide montar su jardín/huerto en el campo basándose más en su intuición y fe que otra cosa y cómo le sale bien. Debo reconocer que me daba un poco de miedo que esto fuera excesivamente jipi para mi, un urbanita que trata de disfrutar en el campo, pero muy pronto Simon te gana con su amor incondicional por los insectos, su compulsión por plantar esquejes y una familia que le sigue el rollo sin aparente cinismo. Es de esos tebeos que comienzo con la ceja levantada (es un simil, soy incapaz) pero que acabo disfrutando más de los esperado.
De mis compañeros
Rakel recomienda Tú y yo somos polos opuestos Un shojo diferente que deja los cánones patas arriba en el que se mezclan humor, sentimientos y amistad, dejando de lado las apariencias.
Rafa se inclina por Carretera Fantasma donde Lemire vuelve a sorprendernos con una historia de carretera entre dos mundos: uno real y otro distópico que se unen para crear otra historia terrorífica del autor canadiense, acompañado por un atmosférico dibujo de Henández Walta.
Aurelio opta por Stein (Piedra) de Agustín Comotto. Ejercicio de recuperación histórica del autor de 155,SIMÓN RADOWITZKY, un relato de la historia reciente de Argentina entrelazada con las vivencias del personaje principal durante la Europa de la II guerra mundial.
Mientras que Toni se decanta por La casa del confín de la tierra donde el magnífico dibujo de Corben nos narra una historia de fantasía que recupera una de las mejores historias del añorado autor de Den.
Off Topics
Una película: Dream Scenario aunque iba con un poco de hype debo confesar que a Nicolas Cage le tengo en un altar, y en esta película a lo Spike Jonze está grandérrimo. La peli funciona como un tiro casi todo el metraje y aunque me parezca que se la va un poco la pinza al final (un poco más de lo esperado, quiero decir) desarrolla muy bien una premisa loquísima. Habrá que seguir el trabajo del noruego Kristoffer Borgli.
Y otro off topic o no tanto: Junto con mis compañeros libreros Naia Hernández de Sopa de Sapo, Javier Cámara de librería Cámara y Josu Mazas de Librobilbao y bajo la dirección de los enormes Kike Martín y Félix Linares recuperamos la tertulia librera que comenzamos años ha en Iflandia de Radio Euskadi, ahora en formato podcast y bajo el sello subterfuge será un programa mensual en el que lo único que puedo asegurar es que lo pasaremos muy bien. Su título Podcast de Papel (y el diseño de la carátula de Mikel Bao)
Hasta dentro de quince días,
Fernando